Desesperante proceso

 Imaginen un padre ideal; compañero, guía, protector, siempre atento y alerta a todo lo que rodee a su más amado niño.

Un padre hiper presente que se desvive por el progreso y avance de su creciente cocreación. 
Ese padre fui yo, pude ser yo con Amadeo.

Lastimosamente esa hermosísima, apegada y fructífera relación que era por muchas personas avalada, respetada y observada, fue destruida, coartada por una madre envidiosa y egoísta, que se dejó llevar por los diablos y demonios de su propia familia.

Tras alertarme de la escalada de violencia hacia mi y Amadeo, y de dar suficientes oportunidades de cambio, decidí separarme en Setiembre 2019. 

Recibimos amenazas de denuncias injustificadas e irreales, que no tienen ningún sustento más que en sus enfermas y perversas mentes.

Recibí una denuncia que ya lleva 4 años en proceso, en un proceso desesperante, dónde la justicia es tan frágil y tan pobre de recursos que no logra separar las "manzanas verdes de las podridas".

Me siento furioso, dolido y profundamente angustiado porque las leyes de este país son igual de aberrantes que las historias que inventaron en mi contra.

Me denunciaron por comportamientos y actitudes totalmente reprochables, por las que lucho en contra hace muchos años, desde diversos lugares; activismo social y político, activismo desde mi trabajo en seguridad, activismo desde mis participaciones en comunidades virtuales como segu-kids.org, desde mis compromisos éticos y mis altos valores morales, dónde yo mismo soy el que denuncia e investiga hechos de naturaleza ilícita, aberrantes y fuera de todos los buenos modales y comportamientos socialmente aceptados.

Me resulta increíble y que habiendo una enorme distancia de estos altos valores a los que represento hace años, y que promuevo y por los que la sociedad me valora y me entrega su confianza y apoyo, y por ende me dan un prestigio de honestidad y confianza, y por otro lado la bajeza total y la poca confianza que tienen y tendrán los denunciantes es abrumadora.

Esta enorme distancia y de que hasta ahora la justicia no haya podido dirimir e inferir correctamente en detectar las mentiras absolutas que ejercen en mi contra, me genera multitud de sensaciones, sobre todo de frustración, de injusticia y de luchar desde dónde me toque (como siempre) en hacer lo mejor posible, de cambiar las situaciones adversas y modificar el transcurso de historias hostiles.

Siempre he luchado y lucharé desde el amor, desde un profundo amor que ciega a los demás por mi ternura, paciencia, comprensión, empatía y perseverancia en el bien, en la no violencia, en resolver problemas y buscar la paz en comunidad.

Al principio de esta denuncia no podía dar crédito de que estuviera sucediendo de verdad, me costó mucho tiempo y esfuerzo aceptar esta nueva situación en la que me habían colocado. Una situación de muchísimas incertidumbres, de tener que probar a otros la gran persona que hay en mí, en ese proceso desvelé toda mi privacidad, mi forma de ser, para que me conozcan, para que sepan que no fui. ni soy. ni seré: ningún depravado sexual.

Es difícil defenderse con leyes y profesionales tan precarios, con una politización absoluta de este tema a nivel departamental y nacional, de contar con una sociedad con miles de malos prejuicios, que está harta de ver tantos acosadores, que ahora los ve hasta en la sopa, a la vuelta de la esquina y en cualquier lado, y perdió la capacidad de discernir, de ser inteligente en reconocer un enriedo de mentiras, frente a un purista del protocolo y la etiqueta.

 Una vez que logré aceptar que me habían metido en esta escaramuza judicial, luchamos con uñas y dientes sobre todo con mi queridísima madre para poder defendernos, buscamos diversos abogados que nos pudieran apoyar, y no fue nada fácil, pocos especialistas hay en el departamento de Rocha que pudieran trabajar un caso de familia, de esta naturaleza.

Una vez logramos encontrar a una persona, empezamos a entender que el proceso de defensa es muy cuesta arriba, ya que la justicia empodera completamente a las denunciantes mujeres. Y nos deja a los hombres en una situación de mucha inferioridad, y eso sin aún haber iniciado una investigación o comprobado nada!

 Atónito quedé al saber que estos casos demoran años en esclarecerse, y de que existe una red de corrupción enorme detrás de ellos; fiscales y peritos comprados y/o completamente sesgados y prejuiciosos, que solamente consideran cierta la primer versión de los acontecimientos (denunciantes).

Dejando poco o ningún lugar a que los denunciados, en este caso yo, a poder siquiera hablar para defenderse de tremenda aseveración. Y que aún más cuando lo hago y me presento como soy, me tratan y me consideran sin mayor duda de impostor y de acosador de mi propio hijo.

Por eso aquí escribo estas y otros post que iré escribiendo, para poder transitar y sobrevivir esta injusta experiencia y poder salir fortalecidos junto a Amadeo de esta.

Amadeo; dónde estés, te sigo deseando que sigas luchando a pesar de todo el maldito daño que nos están provocando, de que sobrevivas estos embates de la vida, y de que algún día nos vamos a reencontrar, por mi lado lucho cada día para seguir vivo en esta terrible lucha por verdad y justicia.

Gracias a todas las buenas personas que me han acompañado y me siguen acompañando como una fuerte legión; Mi Madre, Mi Padre, Mis Tíos, Mis Hermanos, Mis Amigos, Mis Afectos, Giselle, Rosa, Beatriz, Álvaro mi querido hermano, Oscar, Andrea, Susana, Pablo, y tantos más que me dan su apoyo y confianza en este desesperante proceso.